Ken Kesey (/ˈkiːziː/) fue un escritor estadounidense.
Ken Kesey pasó gran parte de su juventud en Springfield, Oregón, pues se trasladó allí junto a su familia. Dejó los estudios para fugarse con su novia, Faye Haxby, con la cual tuvo tres hijos: Jed, Zane y Shannon. Más tarde tuvo una hija con una compañera de las comunas hippies, Carolyn Adams. Estudió periodismo en la universidad de Oregón.
Alcanzó la notoriedad con su primera novela, One Flew Over the Cuckoo's Nest, basada en buena medida en sus vivencias como voluntario ("cobaya humana") en los experimentos con drogas psicotrópicas del Gobierno estadounidense en Menlo Park a fines de los 50s. Kesey conoció de este modo la LSD, sustancia psicoactiva que transformó profundamente su percepción de la realidad social y personal. A partir de 1964, él y un grupo de amigos, The Merry Pranksters o los "Alegres Bromistas", fueron pioneros en la experimentación lúdica y espiritual con LSD y marihuana. A bordo de un autobús pintado con colores fluorescentes que llamaron "Further" ("Más Allá"), los Pranksters recorrieron Estados Unidos y fueron estableciendo gradualmente muchos de los elementos retóricos y visuales que después popularizó (y, a juicio de Kesey, trivializó) el movimiento hippie. En esta tarea contaron con la colaboración del grupo Grateful Dead, que acompañaba con sus improvisaciones de música psicodélica las sesiones abiertas de consumo de LSD (Acid Tests) organizadas por Kesey. Durante algún tiempo Kesey y Timothy Leary representaron dos enfoques complementarios de la naciente Contracultura: irreverente e imprevisible el de Kesey, ritualizado y mesiánico el de Leary. Así, mientras Leary, que provenía de un ambiente científico universitario, buscaba inspiración para los viajes de LSD en textos exóticos y prestigiosos como el Libro Tibetano de los Muertos. Kesey, autodidacta, prefería inspirarse en la cultura pop norteamericana (cómic, ciencia-ficción y rock'n roll).
A finales de la década, la persecución policial y el cansancio por la repetición de las mismas fórmulas expresivas, que comenzaban a anquilosarse, llevaron a Kesey a dar por superada la experimentación con drogas. A pesar de eso, permaneció hasta su muerte como uno de las figuras emblemáticas del underground contestatario norteamericano. Uno de sus últimos trabajos fue un ensayo sobre la paz para Rolling Stone.
El periodista Tom Wolfe popularizó en 1968 las experiencias de Kesey y los Pranksters con su libro The Electric Kool-Aid Acid Test (publicado en España como Gaseosa de Ácido Eléctrico o Ponche de ácido lisérgico). No obstante, Kesey nunca dio su aprobación a la visión de Wolfe, que consideraba superficial y ajena al espíritu de los hechos.