Durante unas excavaciones en Israel, unos arqueólogos encuentran el esqueleto de un hombre que, según los primeros indicios, tiene más de 2.000 años. Pero el hallazgo es aún más sorprendente cuando en la tumba también encuentran enterrada una bolsa que contiene el manual de una videocámara. Todo apunta a que el esqueleto es el de un supuesto viajero en el tiempo con la misión de filmar un vídeo de Jesús de Nazaret.