J.J. es un yonqui que se pasa los días saliendo de un lío para meterse en otro, viviendo al límite, siempre buscando las próximas dosis. Un día conoce a una joven de espíritu independiente que le sorprende mientras intentaba hacerle el puente a su coche. Después de eso J.J. se propone dejar la droga para siempre.