Tras una representación teatral, Richard Collier, el autor, recibe un regalo de una anciana. Pasados unos años, Richard cree reconocer en el retrato de una antigua actriz a la enigmática dama, ya fallecida. La belleza y el encanto de la fotografía le subyugan de tal forma que, utilizando la hipnosis, se traslada a 1912, conoce a la artista y mantiene con ella un romance.