A dos mil kilómetros de casa, los Stolpa y su bebé se pierden y se encuentran atrapados en un interminable desierto de nieve. A pesar de sus escasas provisiones, el ingenio permite a la pareja sobrevivir en un refugio helado mientras esperan ser rescatados. Cuando pierden la esperanza de que los pueden encontrar, él recorre 80 kilómetros para buscar ayuda.